Perdón por la temática histórica financiera de siempre, que relata el cautiverio argentino de la bicicleta financiera. Esta vocación de darles ganancias financieras  fáciles a los ricos es común en la tecnocracia argentina, autodenominada “macroeconomistas profesionales”. La macroeconomía es una rama de la economía, del tronco de las ciencias sociales, pero ni siquiera eso, ellos solo se paran en una horqueta delgada, varita fiscal y palillo monetario.

Al cierre de esta edición, apuntare directo a la toma de conciencia sobre la necesidad de que el BCRA realice acciones concretas para evitar una estampida creciente que perjudique a los encadenados a un ingreso en pesos. Paren esto hasta que reaccione la política. Inclusive aprovechen, es una oportunidad que podrían usar como propaganda política porque es año de elecciones, conviene mantener el dólar barato y fiesta en Miami, total el estropicio que han hecho ya es irreversible. No conviene que el inevitable desbarajuste se produzca antes que la sociedad plebiscite a Cambiemos en octubre, como es previsible.

Es inútil, el BCRA no encuentra todavía la forma que le permita capitalizar las experiencias del pasado, llenas de fracasos y aventuras groseras. En su estilo introspectivo Sturzenegger hoy luce demasiado reflexivo para los tiempos de la política monetaria en vísperas de elecciones. Fracasado como cerebro de López Murphy (Chicago) y Cavallo (Harvard) en la crisis de 2001, renuncia intempestivamente y emigra a Estados Unidos, para luego regresar a responder por el procesamiento en el megacanje. Es una tentación conjeturar que si se hubiese quedado en Estados Unidos su separación de la economía argentina nos hubiera llevado a mejor puerto, porque es el cerebro elegido por Macri. Por alguna razón no se quedó en Estados Unidos, debió permanecer allí y  ganarse la vida en el norte. Pero claro, es muy fácil vivir en el tupperware de un Campus universitario e imposible obtener los niveles de ingresos y trascendencia que consiguió en estos pagos con un doctorado del (MIT). Es decir, los egresados que nunca trabajaron pueden ganarse la vida en EE.UU., pero realizando tareas menos relevantes, ni pensar en los negocios que pueden realizar en esta Argentina tan generosa. Recuerdo horrorizado como opinaba cuando regresó a la Argentina como si fuera un recién venido, el veía un gobierno rodeado de burocracia, país cerrado, que quería renegociar la deuda con quita-lo consideraba una estafa, un disparate-. Recuerde que los Cavallo boys hicieron el megacanje al 100%, sin quita, y un tiempo antes aceptando intereses de 15% en dólares. Alejado por un tiempo por el default que el mismo no pudo evitar; hoy se encuentra en la poltrona soñada por cualquier economista neoclásico monetarista, en un país incipientemente “Pro mercados”. En 2001 la economía que el dirigió con López Murphy y Cavallo quedo destruida, había sido endeudada con Roque Fernández (Chicago) por el “manguero profesional” Miguel Kiguel (Columbia), su orgullo no les permitía poner la cara opuesta de la gloria primera de Cavallo y desaparecieron, por un tiempo. Heridos y con penurias fueron la cara opuesta de la gloria que presumían con su soberbia. Pero “esos pájaros que siempre destruyen el país”, están otra vez en el gobierno y /o su periferia, ganado mucho dinero.

Con Macri y Cambiemos, las chances de que volvieran las vendas mágicas capaces de cautivar la opinión publica, estaba en el aire. Duran Barba entrenó a Sturzenegger (recuerde el video donde Sturzenegger dice que lo mandaron a mentir) para que se adelante con una sonrisa picaresca hablando tonterías e ilusione a los afligidos por Cristina, una mujer perversa que se interesaba por las vidas ordinarias de seres sin nobleza, con un equipo de profesionales sin títulos de las mejores universidades del mundo, con los que Macri-que no los tiene-pretende identificarse (El mejor equipo de los últimos 50 años). Pero Macri, Prat Gay y Sturzenegger, nuestro perpetuos anti héroes son esquemáticos y previsibles, así que cuando le pagaron a los buitres y empezaron a entrar dólares prestados como para mantener una orgia de baja de retenciones y aumento de gastos extravagante, sabíamos que su reverso nos pondría una vez más en la cornisa. Otra vez engañaron a los argentinos estos ex procesados indolentes y chapuceros autores de corralitos y megacanjes. Vuelven a empujar estando en el borde si no actúan rápido. Si es así, pagarían los tenedores de Lebacs que se durmieron. Si no enfrentan mañana esta escalada vendiendo reservas y NO comprando-como falazmente anuncio Sturzenegger-, la inflación trepa otra vez y el dólar comienza a ser un bien preciado.