Por ahora tratando de resolver cada tema contratando un experto. El equipo de Macri ya hizo importantes anuncios en materia de política exterior, con la clara intención de congraciarse con los organismos multilaterales y los países desarrollados. En cuanto al gabinete, designó un equipo que “SI” conoce la dinámica privada y la de los mercados; reemplazarán a Kicillof, que tiene fuertes convicciones políticas e ideales, aunque “NO” menos nociones que los economistas designados por Macri. La diferencia esta en el corazon.

Dado el actual relacionamiento de Argentina con el mundo, el triunfo de Macri (aunque la revista Fortune lo ponga en duda: http://fortune.com/2015/11/24/mauricio-macri-presidential-win-bad-for-argentina/ ) es una buena noticia para los principales líderes del mundo desarrollado. Obama y Hollande visitarán a la Argentina; Rajoy, y su canciller expresaron sumo optimismo; y el presidente electo acaba de nombrar como embajador en Washington al detonador de “la grieta”, Martín Lousteau, quien dividiera al país en dos con la famosa “125”, con el ex enemigo del campo, Macri buscará reconstruir confianza con EE.UU.

El gobierno vigente deja la economía muy desendeudada y con un buen nivel de consumo, a pesar de su amesetamiento, pero el cambio de rumbo es obvio, se va a notar en el kiosco. Quieren demostrar su fuerte “shock de confianza”, para posibilitar que los capitales vuelvan. Además, siguen las presiones que indican que: “cuánto más rápido se encare la rectificación macroeconómica y el rumbo Pro-mercado, mayor será la probabilidad de éxito del plan que se ponga en marcha”. Pero la realidad es que no puede descartarse un plan “soft” con una corrección mucho más moderada, digamos “a lo Scioli”, porque se sabe que es social y políticamente más viable. Cuanto mayor sea la corrección macroeconómica, mayor será el costo social y político inicial y contrariamente, cuanto menor sea la corrección, mayor la viabilidad, pero mayor el riesgo de que no queden felices los mercados. Los ganadores del equipo económico de Macri (Prat Gay-Sturzenegger) creen que el shock de confianza puede permitir un plan con menor ajuste del gasto público y tarifas. Encarar un descenso brusco de la inflación-con las medidas que ello implica-, en el corto plazo es irritante, social y políticamente, casi inviable sin represión (aunque el primer anuncio fue la “emergencia de la seguridad”…). De todos modos, apostar al shock de confianza del equipo Macri me recuerda a la credibilidad y buena disposición que obtendría el Súper ministro Cavallo en 2001, puede que pensar así, no sea la mejor alternativa. Tampoco debe subestimarse el 49% del electorado que no se siente muy comodo desde hace dos domingos, ni puede desconocerse que una transformación demasiado gradual puede consumirse “la luna de miel” de los mercados y el “circulo rojo”.

¿Qué aguardar del equipo Macri? - Si solo falta Redrado, para que sea “el Barcelona del neoliberalismo”. Una corrección segura, aunque no queda claro a que velocidad, tampoco se puede esperar que haga expropiaciones como Chávez. Tal vez “Cambiemos”, mute a “Duremos”. Todo indica que ganó la pulseada el temor inocultable que expresa Sturzenegger, quien ya vivió en el laboratorio del “Doctor Neurus”, versus los que proponían una corrección “sin anestesia” como Melconian y sus impacientes amigos. Prat Gay y Sturzenegger dieron una vuelta manzana, a lucir despreocupados de la posibilidad de una trepada del dólar, y del pase de la suba a los precios (pass trough), Duran Barba ha escrito un libreto para que actúen ya mismo de ese modo, mientras prepara el relato: “La culpa de todo la tiene la yegua”.

Le aseguro que ustedes se van a cansar de escuchar un torrente de “tiraculpas” que argumenta que “no sabía que todo estaba tan mal”.

Habrá que esperar hasta el 11 para ver la bisagra. Por ahora sólo podemos reflexionar sobre las declaraciones públicas del nuevo equipo y las presentaciones que hicieron en privado, pero que trascendieron los auditorios de afectuosos acólitos. Esta claro que Prat Gay, no come vidrio, esta siempre donde le conviene: “a Macri lo que es de Macri y a Donda la candonga”. Alfonso dice que no se pueden aumentar las tarifas de golpe, y sostiene que solo eliminando el “malgaste” (no sabemos cual es, en su opinión), se resuelve la mitad del déficit fiscal. Sturzenegger “dice” que el país no necesita ajuste fiscal. No sabemos si Duran Barba lo aconsejo, o si por una vez esta siendo sincero. Duran Barba ha demostrado que tenia razón, puedes hacer clic en este link y ver el video: https://www.youtube.com/watch?v=WrypDqCHfBs

Sturzenegger desmiente un ajuste, y habla de expansión de la economía en 2016, como lo hizo en Junio de 2001, antes del diluvio y los 30 muertos de Diciembre. Redobla la apuesta Sturzenegger, ahora dice que el gobierno se tendrá que preocupar más por una apreciación del peso (sugiere que caerá el precio del dólar blue) porque van a “llover dólares” por el cambio de expectativas. Lo cierto es que para que nada se vaya al demonio “en este modelo”, tiene que haber consistencia fiscal y monetaria. Pero también dicen, que intentaran levantar las restricciones cambiarias y de comercio exterior, siendo “telefono-Morenistas”, y consiguiendo que los exportadores vendan toda la soja retenida. Prat Gay debe haber obtenido miles de millones de préstamos en dólares de bancos privados-por eso el premio del empleado del mes-, pero los mercados esperan anuncios de política monetaria restrictiva y corrección fiscal, señales claras de “indefección”. Van a subir las tarifas de la electricidad, sacaran el subsidio que asegura 75 dólares en pozo y, ya negociaron con Hugo Moyano (28%) la “nominalización salarial”, un aumento otrora inadmisible. La negociación con los fondos buitres espera impacientemente, mientras piensan como eliminar las regulaciones y controles, porque no todo podrá ser moderación. Si el plan funciona, el país vuelve al mercado voluntario de colocación de títulos y, más adelante, regresa el endeudamiento creciente. Por escasa que sea la devaluación y corrección fiscal tendrá impacto negativo sobre el nivel de actividad económica, el empleo y el salario. Cabe esperar que el primer semestre de 2016 sea contractivo (que se venda y compre menos), aun con el shock de confianza, la economía podría comenzar a salir del sombrío 2016 en 2017, si el “cuerpo social aguanta”. Es probable que con la devaluación la inflación trepe a 35/40% anualizado en el primer trimestre de 2016 (desde 23/25%). Esperemos que “paren de aumentar los precios”, esto no fue un “pass through”, esta semana ha sido “la previa del boliche”, la embriaguez de la primer remarcación, antes de la posterior, cuando se conozca la dimensión de la devaluación.

En consecuencia, el 10 de diciembre despega el avión de Macri, con ajuste macroeconómico, aunque se desconoce la magnitud de la enmienda, todavía no sabemos si será “Cambiemos o, Esperemos”, las vacaciones. Lo conveniente para la población sería tomar todos los recaudos necesarios para evitar sorpresas. No debería subestimarse el riesgo de un dólar recontra alto, porque al mismo tiempo dicen que no hay dólares en el BCRA, mientras le contaron a la gente que iba a poder ir a la ventanilla y pedir billetes (aunque dicen que no hay). No debería minimizarse tampoco una escalada de precios, hasta que el bolsillo aguante y la gente deje de comprar. Con todo, el desafío de Macri no es monumental. La realidad es que Argentina no requiere un plan de ajuste porque no tiene déficit de cuenta corriente ni deuda externa alarmante. El desafío de Macri pasa por emprender una corrección de desequilibrios sin perder su escaso capital político propio, recordando que tiene mucho voto “anti K” prestado (27%). Tiene a su favor 12 años de un gobierno esmerilado por actores locales e internacionales, los oídos de la gente siguen repletos de falaces letanías hipnóticas, y la llegada de Macri ha generado una fuerte mejora de la confianza externa, en esto claramente supera el margen de las tres administraciones Kirchner.