Esta foto de Tom sobre la calle Maipú, a pasos de la entrada de radio Nacional no la tomé yo aquella tarde, la saqué de las redes. Así recuerdo su figura cuando lo abordé por primera vez, casi con el mismo gesto me escuchó decirle algo que no recuerdo pero adivino ahora mientras lo evoco. Era enero del 2004, yo había ido a la radio a hablar del demo que dejé en la FM de rock. ¿Por qué se llama 'Siempre es lejos donde nunca vamos' el programa?, me interpeló el director Santiago Aragón. En marzo estábamos al aire con Nico 'Rosini', Cecilia Henin, Leandro Albani, Agustín Alvarez Rey y Mauri Polchi, en el horario de la tarde, después de Daniela Castelo y antes de Tom. Che ¿quién le puso el nombre al programa?, preguntó Lupo a la semana de convivencia. Y comenzamos una relación que siempre se mantuvo a la distancia y altura justa. A él le confié un par de mis cuentos sin creer que fuera a leerlos con la atención del que te la devuelve así: "Me gustaron, el del tipo que está encerrado y el del pibe que invita a la chica a ver a Los... ¡ja! es buenísimo que le diga vamos a ver a Los sin decir qué banda es". Eso fue en los pasillos de la radio, por dónde se iba y volvía con su compañera y ladera, Marina Getino; del brazo o cargando libros o cds.

Esa generosidad estaba en el ADN de Tom, la vas a leer en las reseñas periodísticas o en los saludos en las redes. Hablo de mí desde un nosotros para hablar de él, o al revés. Que Tom también decía que a uno debía enamorarlo y envolverlo su propia voz, qué se dice y cómo, porque sino no había convencimiento hacia el otro lado y allá, dónde escuchan, esperan que digas algo interesante y distinto. "De noche la radio puede salvar vidas", me advirtió una vez y lo aprendí para siempre.

Fui su columnista de música uruguaya después de una tarde en la que como Tom no llegaba a tiempo a la radio, donde lo esperaban los integrantes de La Triple Nelson, le dijo a su productor Ariel Delgado que lo apuraba en el teléfono que fuera yo al aire. "Pelado, Lupo no llega, dice que los entrevistes vos a ver si sabés tanto de música uruguaya". Un genio. Eso fue En mi propia lengua, en 2005. Al año siguiente me fui de Nacional y en otra radio hicimos un especial de un mes sobre Los Redondos. Lo llamamos '30 Oktubres' para festejar años de nacimiento de Patricio Rey (¿?). Tom vino e hizo todo el programa con nosotros, lo tengo en cassette, debiera digitalizarlo. "El Indio decía que yo estaba para la mesita de luz", nos contó, y de un viaje de ellos y Symns a la costa. Y de la primera nota que dieron fue en su casa; de Lacan, de quién son mis deseos de hoy, de...

El regalo mayor para mí será siempre que nosotros (los hombres de la luz roja encendida) a Lupo lo escuchábamos y seguíamos entrevistando en los pasillos de la radio que compartíamos. Cómo fue el concurso de letras de canciones que ganó Persiana Americana y Soda Stereo musicalizó. El primer demo de Ratones Paranoicos, la casa del colorado amigo de Luca, la vez que los presentó a Prodan y a Calamaro ¡La grabación del tiempo pasa nos vamos poniendo tecnos se hizo en en un programa de Tom! Escucharlo hablar sobre Charly o Fito. 

Acá se puede escuchar el vuelo de la nota que le hace Tom a Páez cuando estrena El Amor después del amor, lo subió la radio Pública como homenaje. Su cabeza esponja, el eco de su voz, el tempo de la radio, es su gran legado.

Sigo, en 2007 hicimos un experimento que a Lupo le copó: Uno Solo. Un programa nocturno dónde "le salvaríamos la soledad a los oyentes". No había conducción, el que venía a los estudios de FM La Boca tenía que entrar al aire y adueñarse del micrófono. No entrevistábamos a nadie, era venga, pase y haga radio. El programa abría con un texo 'Opertura' a dos voces y cortinas musicales de película. Tom le puso la voz a todos los separadores: "Uno no miente... pero evita los espejos", "Uno cree que viajar es lo más parecido a la libertad". Sonrío al recordaro: "Usted se ha comunicado con Uno Solo, después del pip puede hablarse piiip". (Ja ja, escuchá ese separador). 

Los grabó en una tarde, era otro integrante del programa. ¡No exagero! se le ocurrió un separador ahí mismo: "Uno Solo... porque como dice Marechal: con el dos, nace la pena".
Una noche vino, participó del texto inicial, después fuimos de bares. "Hay que aprovechar el accidente del encuentro", decía y eso también lo aprendí para siempre. Al mes nos regaló un poema suyo para abrir el programa. "55 puñaladas" se llama, así lo leímos.

Al año siguiente empezamos a armar una revista, Tom sabía que estábamos detrás del sueño del papel y cuando se enteró el nombre Prosa Rabiosa, mandó sus bendiciones contraculturales. Esta otra foto que aquí comparto es de la presentación que hicimos. Vinieron él y Tato Contissa, Lupo nos presentó y leyó un texto del número cero.

Usted se ha comunicado con Tom Lupo, después del pip puede hablarse (¡Pip!)

Al tiempo me fui a vivir al Sur y llevé su nombre en mi carta de presentación, también el cd de poemas musicalizados que me regaló y que me serviría para seguir haciendo radio con él. Eso y otras cosas me abrieron puertas. Tantas que sin escucharme en San Martín de los Andes me dieron un programa de tres horas diarias para el regreso. Allí fui a hacer aquello que aprendí de él: música y palabras, música de las palabras.

"No le pidas peros al alma", "Vamos a pasar música en castellano, con perdón de la malapalabra", son frases suyas que -creo- cité más veces que él al aire. Volví a Buenos Aires pero no a la radio, volví a ser su oyente los fines de semana desde la redacción. Cada tanto hacía contacto o nos cruzábamos en algún evento. En junio de 2015 llegó la noticia de que una camioneta se lo llevó puesto y lo dejó en coma. Redactar la noticia fue un puña. 

Los ex Redondos -Semilla Bucciarelli, Tito Fargo y Sergio Dawi- hicieron un recital a su beneficio y el de Symns. Había que difundir y claro ahí quería estar. "Nota para hablar del show sí, boludeces no", me dijo Semilla cuando Sergio le pasó el teléfono. A Dawi ya lo habíamos entrevistado para el diario hacía una semana por lo mismo y sugirió que esa vez hablara Semilla. Esa noche en el camarín me apuntó el pecho con el bajo ya calzado y me dijo algo así como "Fiel la nota Pelado, la leí, aprendiste de Lupo". Otra vez la generosidad con tan solo evocar su nombre. Esa noche en El Emergente entre tanta gente parecía que él estaba allí con su fuego y su prepotente voz, en la punta del escenario recitando el poema de la paloma.

Lupo se despertó sí, luchó sí, sus amigos -compañeros de radio Del Plata y Nacional, León Gieco- lo llevaron de viaje, de paseo, estuvieron allí. Yo cada tanto: -cómo está Tom -Igual. Al pibe alcoholizado (Tobías Villamil, hoy tiene 30 años) que venía en contramano y le arruinó la vida, le dieron dos años en suspenso. Al tiempo, yo -Cómo está Tom -Un poco mejor. Tanto ejercicio hicieron los suyos por su memoria que buscando cintas y fotos, encontraron audio audios de entrevistas inéditas.Con todo eso Nacional estrenó Grabaciones encontradas. El debut fue con la nota a Luca, su favorito. Milité la difusión de esos audios, su mujer nos confió el material en crudo y le sacamos jugo, pedí permiso para que Andrea Prodan -el hermano de Luca-, también tuviera ese tesoro. Todo para que vuelva a escuharse la voz del pez naúfrago, el tipo que más me enseñó de radio, como oyente y como maestro.

Cierro: el cuento aquel que escribí y que a Tom le gustó se llama Mi cara y tu hombro de paja. Es de un tipo encerrado en su cuerpo, que siente, extraña, piensa, escribe y no puede hablar. Y así no quiere seguir viviendo más.

¡La puta madre!