Mark Metz, fiscal del condado de Carver, Minesota, aseguró a los medios este jueves que no tienen "suficientes pruebas" para buscar un culpable sobre la muerte de Prince.

Recordemos que el cantante falleció el 21 de abril de 2016, a los 57 años, por una sobredosis causada por el consumo de fentanilo, un potente opiáceo. Pero parece que él pensaba otra cosa. 

Según contempló la investigación de dos años, Prince estaba convencido de que estaba tomando Vicodin, un opioide derivado de la codeína, que se utiliza como analgésico vía oral para tratar el dolor. 

Por eso se intentó dar con la persona que se lo vendió, pero finalmente se llegó a la conclusión de que fue un hecho desafortunado y accidental, a pesar de Prince no supuera que poseía una píldora falsificada que contenía fentanilo.

Este opioide sintético es 50 veces más fuerte que la heroína, pero no saben cómo lo obtuvo.