La situación ocurre en las oficinas municipales de Olavarría, donde se generaron tensas discusiones entre vendedores de cerveza y los productores del show del Indio, Marcos y Matías Peuscovich.

Allí, el intendente Galli aparece como una especie de "mediador" entre el equipo del cantante y los vendedores, quienes querían instalar una "cantina" para vender cerveza.

En las imágenes, Pesucovich le intenta explicar a los vendedores que la cantina no puede estar detrás del escenario porque no es un lugar de paso de gente, sino que tendría que ubicarse del otro lado.

Aquí se destacan dos cosas importantes: en primer lugar, los empresarios estaban tomando decisiones por lo que sucedía fuera del predio del recital. En segundo, una vendedora anticipa que iban a hacer "300 mil personas".