"Voy al baño a leer": esas fueron las últimas palabras de Elvis antes de entrar al baño lindero a su habitación y fallecer minutos después por un abuso de medicamentos.

Estas revelaciones fueron expuestas por su prometida, la mujer a la que el cantante le había ofrecido casamiento tiempo atrás, Ginger Alden, que emprendió la creación de una nueva biografía.

Según afirma, ella le respondió: "No te duermas", antes de acostarse nuevamente en la cama y dejar la luz prendida para cuando el músico retornada del baño.

Pero eso nunca sucedería: cuando Alden despertó horas más tarde, se dio cuenta que no estaba y fue a buscarlo. Golpeó la puerta, pero él nunca respondió y fue allí cuando entró y lo encontró sin vida.

En realidad, la exmodelo cuenta que lo encontró desplomado en el suelo del baño, de rodillas, con las manos debajo de su rostro como si hubiera estado rezando.

"Yo lo golpeé un par de veces y creía que respiró", cuenta la mujer, que luego expresa: "Era todo sangre, pero yo no podía moverme. No quería pensar que estaba muerto".

Los reiterados intentos por reanimarlo, tanto de ella como de su amigo íntimo, Joe Espósito, fueron inútiles y se dieron cuenta que había muerto por abuso de medicamentos, que fueron encontrados luego en la escena.

Ginger conoció a Elvis cuando tenía cinco años, ya que el músico conocía a su padre. La modelo era 20 años más joven que él, que le propuso casamiento el 26 de enero de 1977 con un anillo de diamantes con un valor de u$s 70.000.

Entre otras cosas, en el libro comenta todas sus memorias al lado del que fue el cantante más importante de los primeros años del rocknroll, su perfil violento y adicciones.