La emoción de la cantante Patti Smith contagió hoy a los asistentes a la ceremonia de entrega de los Nobel en Estocolmo, donde interpretó de manera muy sentida el tema A Hard Rain's A-Gonna Fall de Bob Dylan, galardonado con el premio de Literatura.

Una enorme ovación premió a la cantante estadounidense, de 69 años, que interrumpió la canción en una ocasión y tuvo un pequeño tropezón una segunda vez.

En una interpretación sentida, y con el peso añadido de la responsabilidad de representar al último premio Nobel de Literatura, que no acudió a la ceremonia por tener “otros compromisos previos”. En una maniobra que muchos acusan de irresponsable y caprichosa, pero que ilustra perfectamente, al genio iracundo, hermético e ingobernable desde los sesenta. Calificado como el “mesías” o “el mayor poeta de su generación”, decidió hacer lo contrario de lo que se esperaba de él.

Hoy, sábado, Smith se hizo cargo del asunto y, al igual que la Academia sueca reconoció en Dylan al autor que llevó la poesía con sus canciones “a su estilo más elevado”, ella elevó la música a la dimensión más alta.