Los fans pudieron disfrutar de un show de dos horas de duración  que recorrió temas del último trabajo de la banda, "El tiempo otra vez avanza", en un recital que también tuvo varios y largos momentos para los viejos clásicos.

Una hora antes de que salgan los uruguayos, la banda telonera Fito&Fitipaldis, de impecable sonido, hizo lo suyo y rockeó para un colmado estadio que ya esperaba al 'Emi' y compañía, pero que disfrutó de este primer plato.

Con una organización bastante puntual y bien lograda, se generaron los primeros gritos a las 21.16 cuando se apagaron las luces y tras otros cinco minutos sonaron relojes de fondo con imágenes de engranajes de color rojo en la pantalla central: la banda salía a escena de la mano de la guitarra y voz líder, Emiliano Brancciari.

Así, comenzó el setlist con "Su sombrero", con unas pantallas led realmente impresionantes, y luego sonó "Cero a la izquierda": una que se escuchó mucho en programas de radio y televisión.

Las banderas con diferentes inscripciones y colores en apoyo a  la banda se hicieron presentes también, muy bien acompañadas con los saltos y cantos del público, que se mostró eufórico y  emocionado desde las primeras notas.

Muchos niños. Sorprendía la cantidad de familias, de padres ya entrados a los 30 años seguramente seguidores desde la primera época, junto a sus pequeños hijos con la remera de NTVG. Realmente fue un show pensado y preparado para que lo puedan disfrutar desde todas las edades, a pesar de ser una lista extensa.

El tema que continuó fue "Al vacío", con reproducciones que parecían tridimensionales en la inmensa pantalla que tenía por detrás la banda, y que casi ocupaba toda la parte trasera de lado a lado.

También se escuchó "A las nueve", con impresionantes videos de laberintos, bosques y un reloj gigtante: siempre muy metidos en la temática del "tiempo".

La noche tuvo dos invitados de lujo que fueron Fito Cabrales (quien había abierto el escenario), y el magnífico músico charrúa, Hugo Fattoruso, que tocó el piano electrónico en “Ese maldito momento”.

Pero no fue el único tema en que Fattoruso, exShakers, acompañó a la banda, sino que lo hizo en la parte tranquila de este show, del que puede decirse se dividió en tres etapas bien diferenciadas.

Después de una primera horda de temas muy representativos, llegó un mini set acústico con la sigla de la banda iluminada detrás de ellos y con una seguidilla que incluyó “Ángel con campera”, en folk, “Viajando sin espada”, y hasta el R&B, a través de “Chau”.

En medio de los sonidos se escuchó "¡Buenas noches, Buenos Aires!"  de Brancciari, quien emuló todo a la perfección con su voz. "Me  ilumina hoy" puso cada vez más energía a la gente que no daba  respiro y que cantó todo pegadito al cantante.

Luego, el músico se tomó unos minutos para dedicar unas palabras a todos: "Muchas  gracias, es increíble lo que nos pasa, no hay más que decir que gracias por el cariño de estos años".

"A los que nos empezaron a escuchar ayer también gracias, a los que vinieron de lejos, a los que vinieron a  acompañar a la familia. Estamos muy emocionados de estar con ustedes hoy acá", expresó.

Hablando de emociones, sobre el final el 'Emi' llegó al escenario disfrazado de cura para tocar “Sólo vino”, y luego “Te voy a llevar”, “Paranoia” y “Pensar”. Pero la emoción máxima llegó cuando refirió unas palabras a su extecladista fallecido, Marcel Curuchet: "Este show también está dedicado a Marcel Curuchet, quien debe estar por ahí”.

El excitante final estuvo a cargo de “Nada para ver”, “No hay dolor” y “Con el viento”, en un colorido y tendido recital que hurgó entre sentimientos y esas canciones clásicas que no pueden faltar.

Así pasaron nada menos que dos fechas en un José Amalfitani vibrante, volviendo una vez más a subrayar, que esta banda Sí Te Va Gustar.