Durante la tarde, actuaron muchísimos grupos en ascenso y los fanáticos que llegaron a San Pedro se encontraron con muchísimos valores para el futuro del rock argentino: Buenos Aires Karma, Los Tabaleros, Cuatro Pesos de Propina, Los Pérez García, Boom Boom Kid, Onda Vaga, El Plan de la Mariposa, Lisandro Aristimuño y Contravos.

Ya eran las 20 cuando Divididos subió al escenario -la última vez que compartieron un festival había sido en 2009- para hacer delirar a los más de 30 mil asistentes. Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella regalaron una clase magistral de rock y virtuosismo, y compartieron “Par mil” con Lisandro Aristimuño, generando un microclima dentro de la euforia de sus hits.

En el balneario, familias enteras disfrutaban con reposeras, termo y mate, de la música y la naturaleza durante toda la jornada: los uruguayos de NTVG le pusieron su cuota de rock rioplatense y sus estribillos se escucharon por toda la costa de San Pedro.

También estuvieron los secuaces detrás de Ciro Martínez, el ex Piojos. Su show cargado de emoción hizo saltar a las piernas cansadas de tanto rock, y aumentó la temperatura de cara lo que venía, al glorioso final.

Manu Chao fue el encargado de cerrar el Mastai. La energía se sintió en el aire, donde el sonido circular y el estadío de trance atravesaron cada una de sus canciones.

Otro momento intenso del festival fue durante el show de Damas Gratis, donde Pablo Lescano dejó en evidencia que su música aún permanece vigente.