Una amiga que fue al último show de los Stones en Argentina me contó su sorpresa al ver que Charlie Watts, ni bien terminó el concierto, se paró y caminó para salir del escenario a paso de abuelito. Charlie Watts, recuperado de una enfermedad (no diré la palabra) en la garganta que lo tuvo forfai en 2005. El resto de sus compañeros, a esta altura, son un verdadero milagro viviente.

Partió Bowie a los 69, partió un joven Prince, ya habían partido Lou Reed y otros, se enfermó fulero Malcom Young, se nos quedó sin oídos Brian Johnson, que fue reemplazado por Axl Rose ¡¡¡¡En sillas de ruedas!!!!!

Admitámoslo, no es que el rock 2016 venga baqueteado, sino que el rock tiene cada vez más páginas (en las que hubo mucha falopa, alcohol y excesos varios), y los que crecimos escuchándolo vemos como van cayendo figuritas importantes, que por suerte siempre tendremos el placer de escuchar. Hasta que nos toquen la puerta a nosotros, claro.

Y ahora, nos desayunamos con la Neuropatía Periférica de Eric Clapton. Una insuficiencia de los nervios que llevan información desde y hasta el cerebro, que produce dolor, pérdida de la sensibilidad, e incapacidad para controlar los músculos. Y “Slowhand” dijo justamente, que le provoca descargas eléctricas entre las piernas, que la cosa va a ir empeorando, y que quizás tenga que colgar la guitarra en el ropero.

A los que poco les importa la astrología, poco les va a importar que si uno dice “descargas eléctricas”, se piensa en el planeta Urano, amo de las tormentas, rayos, relámpagos, tornados, vientos sur o lluvias de Abril. Y justo en abril de 2013, cuando Clapton empezó a cancelar varios shows, el fucking Urano le hacía conjunción a su Sol natal (Eric es de Aries chicos).

Sin embargo, con descargas eléctricas y todo, el 20 de Mayo, Clapton sacó un disco cuyo título es una declaración de principios muy propia de su signo “I still do” (Aún lo hago). Aquí estoy y me la banco, el juego no se termina hasta que se termina.

Reclutó al productor del histórico disco Slowhand (Título desafiante en relación a su irónico apodo, ya que Eric en esa época era Aries mano rápida y no mano lenta) y grabó un disco de versiones (talento natural de Eric, es ascendente en libra, sabe completar el mambo de otro) salvo dos temas suyos. El disco es lindo y variado, hay blues, canciones tranquis, aunque no haya mucha viola de antología ni muy sorprendente, salvo en el final de Somebody´s Knockin ´, justamente un tema que es uno de los dos covers de JJ Cale, compositor de Cocaine, canción emblema del álbum Slowhand.

Pedirle que igual siga cantando (que lo hace muy bien) sería como mucho, esperemos que lo lleve lo mejor posible. ¡Maldita Neuropatía periférica¡.

Y los dejo porque voy a ver en que andan Tom Waits, Bob Dylan, Stevie Wonder, Paul y algún otro. Keith Richards está bien, el médico dijo que tira hasta los 120 tranqui.