Jamás podrán arrancarnos aquel "Ghostbusters" de 1984 de nuestra memoria emocional, pero el trabajo con batería electrónica y el cambio total del sonido ochentoso, hacia un estilo anclado en el sonido hip hop de este tiempo, resulta indicado para renovar el concepto de aquella inolvidable historia.  

La composición original de Ray Parker Jr. tenía grabado en su sonoridad el aura mágica de su época, y a pesar de que lo nuevo parezca un poco insulso en comparación -la musicalidad de los instrumentos siempre será superior a cualquier secuencia programada o efecto aplicado- la guitarra distorsionada retoma la melodía del sinte y le otorga una esencia rockera, salpicada con el rap de la cantante invitada.