A veces las previas tienen su condimento, y en este caso, el señor le puso toda la onda a la multitud, para que la espera de Kiss no fuera tan larga.

Inmediatamente, el hombre de sobretodo despertó el aplauso de toda la tribuna y la risa de varios, aunque era evidente que sentía los acordes de Led Zeppelin mucho más que cualquiera.

Si caemos en la dicotomía de qué es rock. ¡Esto es rock!