James Hetfield lanzó su guitarra con enojo cuando terminó la performance de Metallica junto a Lady Gaga: es que su micrófono comenzó a funcionar al final de la canción, y necesitó compartirlo con la cantante. 

En el Staples Center de Los Angeles, vieron cómo la viola blanca de Hetfield voló por el aire a modo de queja con el sonidista del concierto. De todas maneras, el público aplaudió de pie la combinación de trash metal y la mujer ícono del pop.