En su intento de vuelta a los escenarios después de haber dicho "hay mujeres que necesitan, porque son histéricas, ser violadas, porque psicológicamente lo necesitan y porque tienen culpa y no quieren tener sexo libremente" en una charla con alumnos de periodismo el año pasado, se le complican las cosas.

Un grupo de jóvenes protestó en la puerta de la Trastienda, local en el que se presentará este jueves y viernes Gustavo Cordera y su banda para volver a tocar después de las repudiadas frases. 

Con leyendas como "Cordera sos la cultura de la violación" y "La Trastienda encubre violadores", reclamaron mujeres de distintas agrupaciones feministas.

Tras el escándalo, su carrera se detuvo. En marzo de este año subió un video a sus redes reclamando que le permitieran reencontrarse con la música: "Me siento con dolor en el pecho, angustiado, acorralado, pisoteado también. Y yo sé que a mí no me conviene hablar. Mucha gente que me quiere y me respeta me dice que me calle. Hace siete meses que estoy callado y, la verdad, no puedo más", sostuvo.

Tras varias denuncias, a Cordera se le abrió una causa por "incitación a la violencia colectiva" en el Juzgado Federal 6 de Gustavo Canicoba Corral. En abril, el magistrado lo procesó y embargó por $500 mil pesos.