Nirvana se presentó en el Estadio José Amalfitani el 20 de octubre de 1992, en pleno auge de la banda, donde tocaron frente a 50.000 personas. Allí no entraba ni un alfiler, todos se encontraban a la expectativa de ver a una de las mejores bandas del momento. Pero antes de que comenzara el recital, sucedió algo que a los muchachos de Seattle no les gustó para nada, en especial a Kurt Cobain. Tan así, que incluso pensaron en cancelar el show.
Aunque finalmente Nirvana salió al escenario, hicieron todo de mala manera. Fueron descuidados y tocaron una lista de canciones que la mayoría del público desconocía, incluyendo varios inéditos -para ese entonces-.
Kurt Cobain compartió su experiencia una vez finalizado el show: "Cuando tocamos en Buenos Aires llevamos una banda de chicas de Portland llamada Calamity Jane para que sean teloneras. Cuando estaban tocando la gente comenzó a tirar monedas, tierra y rocas, todo lo que encontraban en sus bolsillos. Eventualmente, las chicas rompieron en llantos. Fue terrible, una de las peores cosas que había visto en mi vida. Fue mucho sexismo al mismo tiempo. Kris -Novoselic-, conociendo mi manera de pensar sobre estas cosas, intentó calmarme porque yo me negaba a salir a tocar. Pero terminamos pasándola bien, mofándonos de ellos -la audiencia-. Antes de cada canción tocábamos la intro de 'Smells Like Teen Spirit" y después parábamos. Ellos no se daban cuenta que era una forma de protesta a lo que habían hecho antes. Tocamos alrededor de 40 minutos y la mayoría de las canciones eran de Incesticide -disco que todavía no se había editado-, por lo que no reconocieron ninguna canción. Terminamos el show tocando la canción escondida "Endless, Nameless" que está al final de Nevermind, y como estábamos tan furiosos y enojados con toda esa situación, que esa canción y todo el set fue una de las mejores experiencias que me tocó vivir".
Para molestar aún más al público, Nirvana arrancó el recital con una extraña canción que de seguro la gente no conocía en absoluto -probablemente para reemplazar "Smells Like Teen Spirits- llamada "Nobody Knows I'm New Wave", donde se cree que gran parte de la letra fue improvisada en el momento. Lo característico de este tema es que no data en ninguno de los archivos de la banda y probablemente haya sido el único lugar donde la dieron a conocer -aunque sea sin querer-.
A la hora de tocar "Come As You Are" se notaba que los muchachos apenas la habían practicado y lo hacían sin entusiasmo. Lo mismos cuando interpretaron "Polly", momento en que Dave Grohl subió una batería de juguete al escenario, haciendo que Kurt soltara una sonrisa. De todas maneras hubo buenos momentos, como cuando tocaron una versión particularmente pesada de "In Bloom".
Seguramente este haya sido el peor recital de Nirvana en toda su carrera, donde los músicos salieron a tocar furiosos por una situación que nunca debería haber ocurrido. También hay que tener en cuento el contexto, donde los recitales de rock se vivían un poco más al extremo, y en donde la desesperación de la gente por ver a los muchachos de Seattle jugó en contra.

Nirvana se presentó en el Estadio José Amalfitani el 30 de octubre de 1992, en pleno auge de la banda, donde tocaron frente a 50.000 personas. Allí no entraba ni un alfiler, todos se encontraban a la expectativa de ver a una de las mejores bandas del momento. Pero antes de que comenzara el recital, sucedió algo que a los muchachos de Seattle no les gustó para nada, en especial a Kurt Cobain. Tan así, que incluso pensaron en cancelar el show.

Aunque finalmente Nirvana salió al escenario, hicieron todo de mala manera. Fueron descuidados y tocaron una lista de canciones que la mayoría del público desconocía, incluyendo varios temas inéditos para ese entonces.

Kurt Cobain compartió su experiencia una vez finalizado el show: "Cuando tocamos en Buenos Aires llevamos una banda de chicas de Portland llamada Calamity Jane para que sean teloneras. Cuando estaban tocando la gente comenzó a tirar monedas, tierra y rocas, todo lo que encontraban en sus bolsillos. Eventualmente, las chicas rompieron en llantos. Fue terrible, una de las peores cosas que había visto en mi vida. Fue mucho sexismo al mismo tiempo. Kris -Novoselic-, conociendo mi manera de pensar sobre estas cosas, intentó calmarme porque yo me negaba a salir a tocar. Pero terminamos pasándola bien, mofándonos de ellos -la audiencia-. Antes de cada canción tocábamos la intro de 'Smells Like Teen Spirit" y después parábamos. Ellos no se daban cuenta que era una forma de protesta a lo que habían hecho antes. Tocamos alrededor de 40 minutos y la mayoría de las canciones eran de Incesticide -disco que todavía no se había editado-, por lo que no reconocieron ninguna canción. Terminamos el show tocando la canción escondida "Endless, Nameless" que está al final de Nevermind, y como estábamos tan furiosos y enojados con toda esa situación, que esa canción y todo el set fue una de las mejores experiencias que me tocó vivir".

Para molestar aún más al público, Nirvana arrancó el recital con una extraña canción que de seguro la gente no conocía en absoluto -probablemente para reemplazar "Smells Like Teen Spirits- llamada "Nobody Knows I'm New Wave", donde se cree que gran parte de la letra fue improvisada en el momento. Lo característico de este tema es que no data en ninguno de los archivos de la banda y probablemente haya sido el único lugar donde la dieron a conocer -aunque sea sin querer-.

A la hora de tocar "Come As You Are" se notaba que los muchachos apenas la habían practicado y lo hacían sin entusiasmo. Lo mismo cuando interpretaron "Polly", momento en que Dave Grohl subió una batería de juguete al escenario, haciendo que Kurt soltara una sonrisa. De todas maneras hubo buenos momentos, como cuando tocaron una versión particularmente pesada de "In Bloom".

Seguramente este haya sido el peor recital de Nirvana en toda su carrera, donde los músicos salieron a tocar furiosos por una situación que nunca debería haber ocurrido. También hay que tener en cuenta el contexto, donde los recitales de rock se vivían un poco más al extremo, y en donde la desesperación de la gente por ver a los muchachos de Seattle jugó en contra.

El recital entero: