Habían pasado algunos meses de la brutal represión de la policía neuquina a los docentes, que terminó con el asesinato del maestro Carlos Fuentealba, de 41 años, quien dictaba clases de química en varias escuelas, especialmente en el CPEM Nº69, en los humildes barrios del oeste neuquino.

En diciembre de 2017, Luis Alberto Spinetta ya tenía claro lo que se venía: el sometimiento a los trabajadores docentes solo perseguía debilitar las posibilidades de crecimiento para la ciudadanía. El músico exigía justicia por el maestro asesinado, pero también por la educación. 

"No es justo que un país como este decline su interés por educar, porque de no haber salud y educación, en unos años nuestro país se va a convertir en una cuna de delincuentes. La educación es la prioridad para el futuro", lanzaba con desesperación el 'Flaco'.