"Uniendo mis partes que fueron partidas, soy parte del todo que aún me da vida", dice uno de los versos que el músico grabó como un abrazo a la distancia, el último 9 de septiembre en las redes sociales. Ese día hubiese estado arriba del escenario, entregando su arte en familia, pero un error fatal en su derrotero de rebeldía lo obligó a cancelar sus actuaciones en vivo y recluirse en su interior.

El linchamiento pasó, los golpes lo marcaron y, pareciera, que su cuerpo también asimiló ese excremento para volverse a crear. Quien supo alzarse como parlante de los que no le temen a la autoridad, de los que tienen el valor de soltar polémicas y contradecir verdades impuestas, parece haber sanado en el perdón y la vergüenza.

A pesar de haber sido condenado por buena parte de la sociedad -que repitió hasta el hartazgo sus frases poco felices, discriminatorias, sexistas y repudiables-, son muchísimos los fanáticos que mostraron su alegría al enterarse del regreso y que reproducen pedidos para que el ex Bersuit vuelva a poner en marcha su caravana. 

Unos días atrás, reveló lo que fue una "caricia para el alma". Hablaba de las nominaciones a los Grammy Latinos que obtuvo Tecnoanimal: 'Fantasma soy' como "mejor canción rock" y el reconocimiento a Eduardo Cabra 'Visitante' como "productor del año", por su aporte a este disco. 

Con la cascarita ya a punto de dejarle lugar a la piel regenerada después del profundo corte, el Pelado anunció que el 9 de diciembre volverá a presentarse en vivo en la ciudad de Río Cuarto, provincia de Córdoba, en un evento presentado como "concierto único". 

No son muchos los artistas que dejan atrás su orgullo, que saben reconocer sus faltas y que tienen la fuerza de buscar una salida cuando todo parece haberse derrumbado. Este Pelado Cordera parece ser otro: su guitarra y su mirada son su única prueba.

Buscando cicatrizar las heridas que hizo y se hizo, Gustavo Cordera vuelve a los escenarios