Entrar al predio de GEBA era como ingresar a una gran feria multimedia. Desde la entrada, una moderna kermesse con diferentes juegos didácticos y regalos te atrapaba antes de llegar a pisar si quiera el borde del campo.

Una vez dentro, había que encontrar el rumbo justo y la ruta para cada escenario (dos principales paralelos y uno alternativo de espaldas), cuyas posiciones facilitaban que una banda termine y otra comience al instante.

No faltaba nada: cientos de luces móviles, torres inmensas de sonido de última generación, zona de relax con mesas y diferentes puestos de comida. Todo estaba preparado para pasarla bien.

DÍA 1

Echo & The Bunnymen, Boom Boom Kid, La Armada Cósmica, LEM.A.N.S, Rocco Posca, Jean Jaurez, Walter Domínguez, Maxi Trusso, Detonantes, Tenn y Nico Cota, se alternaron los escenarios en las primeras horas a pleno sol en GEBA.

El hijo de Paul, James McCartney, se presentó ante el público argentino por primera vez. El 'power trio' que conformó para su disco debut "Me", arrojó buenos comentarios entre los presentes, con la sorpresa de una cara demasiado familiar.

Uno de los grupos más esperados eran los suecos, The Hives. De punta en blanco subieron al escenario y pronto necesitaron deshacerse de sus trajes: con un show muy enérgico hicieron bailar a miles de almas.

El cantante Pelle Almqvist sorprendió con varias frases en castellano, como "calienta la pava" o "¿están preparidos?". El ida y vuelta con el público es uno de los puntos fuertes del grupo europeo.

Las canciones de los Hives explotan en una combustión energética, riff pegadizos, estribillos radiales y mucho descontrol entre los fans del campo vip.

Las 24 mil personas que se contaron el sábado, querían ver a los Artic Monkeys. Era la tercera vez que los 'monos' cantaban en suelo argentino y el amor que los británicos vienen forjando con sus fans locales está en su punto más alto.

Una hora y media de show, en el que recorrieron sus hits y las canciones de su último álbum, "AM" de 2013, extasiaron a los seguidores.

"One For The Road", "I Wanna Be Yours" y "R.U.Mine?" fueron los tracks elegidos para cerrar la primera noche del festival, con uno de los mejores grupos de la actualidad sonando a sus anchas en un predio que no les quedó para nada grande.

DÍA 2

Después de un día de mucho indie y rock alternativo, era el turno para probar y degustar otros sonidos que se podían entremezclar entre el pop, el reggae, el rock y música latinoamericana.

En el escenario alternativo hubieron algunos shows destacados, que hablaron de esa mayor diversidad del segundo encuentro. Cumbia Queers, con su cumbia punk alocada, Sig Ragga, con su reggae cuasi psicodélico y Utopians, con su rock garage, alternativo, que deslumbró minutos antes de las bandas que cerrarían el evento.

Molotov fue el primer plato fuerte. Los mexicanos salieron a escena a las seis de la tarde, todos de negro y con anteojos, para tocar tanto sus clásicos de siempre, como algunos temas del nuevo disco.

Como siempre, los mexicanos tuvieron un sonido potente, como también lo que expresaron con sus palabras: "¡Un gran chinga de tu madre al gobierno mexicano que es una mierda!", gritó Tito Fuentes.

Después de pronunciarse además por los 43 estudiantes asesinados, la banda cerró con uno de sus mejores clásicos: "Puto". Ahí dieron paso a la banda que le puso reggae a la noche.

Los antes conocidos como Soldiers of Jah Army subieron a horario (como sucedió con la mayoría de las bandas) pasadas las 20, en uno de los escenarios principales, mientras se veía de fondo cómo soltaban globos con helio que viajaban por el cielo a grandes alturas.

Con ese marco impresionante, la banda de Jacob Hemphill arrancó con algunos temas de 'Strength to Survive', pero estallaron a la gente con el tan esperado 'I don´t wanna wait', para que canten todos.

Así fueron repasando su discografía, y dieron a conocer a un integrante desconcoido hasta ahora, un nuevo guitarrista y vocalista, Trevor Young, que no hizo falta más que abra la boca para mirarnos sorprendidos por su increíble voz.

Después de varios solos, reversiones y arreglos en casi todos los temas, hasta incluso una batucada que practicaron todos los integrantes sobre el escenario, daban paso a Calle 13, que llegaba para cerrar la segunda jornada junto con MGMT.

El sonido empezó fuerte, quizá demasiado, pero te llevaba a acercarte quieras o no para ver el show. Después de unos temas se acomodó y pudimos disfrutar de un recital único del residente.

Durante todo el set, las pantallas led iba en perfecta sincronización con la música y mostraban imágenes muy trabajadas. Calle 13 no escatimó y mostró todo su poderío físico, musical y armónico.

Después de dedicarle el show a su hijo, mitad argentino, mitad portorriqueño, René Pérez afirmó que era una noche "muy especial". Quizá por eso aprovechó para dar algunos mensajes fuertes: primero el recuerdo a los 43 estudiantes asesinados en México, luego para la familia de Luciano Arruga, y finalmente, por la paz en Palestina.

Después de sus temas de siempre y del último disco, pasando también por los más viejos como 'Atrévete', Calle 13 cerró con 'Muerte en Hawaii', 'Respira el momento', y 'Vamos a portarnos mal'.

Nos alejamos del mangrullo y a los 30 segundos empezaba MGMT en el escenario contiguo al que acababa de finalizar el show de René Pérez. Todos iban corriendo para esa dirección.

MGMT protagonizó un show sobrio, de 12 temas, que empezó con 'Alien Days'. Con unas lisérgicas imágenes en las pantallas gigantes, la banda tocó 'Time to Pretend', 'The Yought', 'Instrospection', entre otros.

Con más de 20 mil almas presentes, MGMT cerró con 'Kids', 'Brian Eno', 'Weekend Wars', para un Personal Fest que tuvo de todo y que no defraudó.