Luis y Juano respondieron las preguntas de un periodista al que siempre le costó mucho encontrar las palabras para hablar de un tema tan delicado como lo es Cromañón. 

Al primero de ellos lo conocíamos por haberlo entrevistado en su carácter de baterista de Don Osvaldo (la última y reciente banda del Pato Fontanet), y ya había cierta confianza en el trato. 

Por eso le preguntamos por la banda, por el Pato, por el cambio de gobierno y por el cambio en el rock nacional. Una mutación evidente que nos persigue hasta el día de hoy.

Los sobrevivientes convocan a una marcha para este 30 de diciembre, que tendrá su epicentro a las 19 en el Obelisco, en el seno de la Ciudad. Allí habrán diferentes actividades y música en vivo con un único fin: concientizar. 

¿Cual sigue siendo la lucha de ustedes, los sobrevivientes?

Luis: La búsqueda de verdadera justicia, concientización de lo que verdaderamente pasó esa noche,  para que en algún momento los verdaderos responsables de la tragedia paguen. Es del único modo de garantizar que no haya más corrupción ni ocurran más Cromañones. Es la manera que hallamos de sembrar a los chicos en lugar de enterrarlos, de que vivan por siempre y nadie los olvide, porque como ya se ha dicho, muerto es aquel que nadie recuerda.

 

¿Cómo se dará esta marcha a 12 años de Cromañón? ¿Qué diferencias o similitudes habrá con respecto a las anteriores?

Luis: Es un acto en el cual se recuerda a las victimas desde el amor. La dirección y organización del acto esta integramente formada por sobrevivientes. Este año como todos los años, el acto va creciendo en convocatoria como en adhesiones de diferentes personalidades del arte, deporte y organismos sociales. Habrá varios oradores y música en vivo. 

 

¿El cambio de Gobierno les afectó en algún punto? ¿Notan un apoyo por parte de las autoridades?

Luis: La realidad es que el estado siempre estuvo ausente, así que para nosotros sigue siendo todo igual. No hay ningún apoyo mas que el de la gente que concurre. La agrupación “No Nos Cuenten Cromañón” -que son quienes lo organizan- es un movimiento sin fines de lucro. La financiación  del acto, como la de un montón de actividades que realizan con respecto a Cromañón, lo generan con la venta de remeras a las cuales les ponen diferentes consignas.

 

¿Tienen alguna información de cómo está el 'Pato' hoy? ¿Cómo están los integrantes de la banda? ¿Hay algún tipo de cambio o modificación en la causa?

Luis: Mi trato en lo personal es con Christian y Pato a quienes visito todas las semanas. Están de pie afrontando esta terrible situación, rodeado de sus familias y seres queridos. La causa en términos nacionales, jurídicamente agotó sus instancias. Ahora seguramente se ira a la Corte Interamericana. 

 

¿Qué opinan sobre el manual que sacó el  Instituto Nacional de la Música (Inamu) para prevenir riesgos escénicos y en espectáculos públicos? 

Juano: Cualquier acción preventiva es bienvenida, aunque no deja de ser paliativa. Ni siquiera con esta terrible jurisprudencia respecto a Cromañón, nosotros queremos desviar el eje acerca de algo concreto: el músico está y debe estar facultado para tocar, y el estado y los privados, con sus respectivas áreas son quienes deben ser garantes de la seguridad de los lugares que abren, habilitan y comercializan. Con faja de clausura, Cromañón no ocurría.

 

¿Qué cambió en el rock nacional en estos 12 años post Cromañón?

Juano: Depende el Eje que quieras abarcar. La conducta del público, y la de los músicos, pareciera ser la que más se modificó en términos de conductas y costumbres culturales. El gran negocio que hay detrás del espectáculo tiene a productores más responsables que otros. Pero a grandes rasgos, si el estado hubiera sido verdaderamente castigado y no los músicos, todo el poder hubiera sido interpelado y no habría más tragedias similares a aquella. Sin embargo, como los presos son unos muchachos de Villa Celina, Cromañón sigue ocurriendo. Lo importante de ésto es quitar el eje del rock, porque la tragedia se debió a la acción y omisión del estado. Acá hablamos de un organigrama que va desde el jefe de Gobierno hasta el último inspector. Cromañón desnudó la negligencia e inoperancia en todos los ámbitos por parte del estado. Por éso las clausuras que le siguieron a las tragedias abarcaron a otras disciplinas. Incluso a comercios. De hecho, por éso mismo, los Cromañones hoy se dan en escuelas, teatros, shoppings, restaurantes y cualquier cantidad de rubros.