Llueve. En la calle los perros se refugian debajo de los techos. Solos. Sin hogar. Buscando compañía, quizás. Se encuentran: una mezcla entre perro y lobo que aúlla, como un radar que busca quien lo acompañe en su soledad, se arma una jauría y en esa sintonía ladran juntos.

Las gotas caen con fuerza y Ciro se encuentra en la entrada de Canal 9, esperando para tocar en Duro de Domar, sentado en un sillón negro con su hija Cata, que juega con sus muñecos y una cámara de fotos. Recostado, divirtiéndose con su “piba” -de quién no saca los ojos ni un segundo- se acomoda y se predispone a responder la primera pregunta, amable, enamorado de su hija, con sus ojos grises que combinan con su campera.

“Empecé a componer de pronto. No me había dado cuenta que estaba componiendo, lo hice instintivamente sin notarlo. Me había llevado una guitarra a México, con la que siempre tocaba en Attaque y dije 'ya hay canciones, esto pide banda'", rememora.

"Comencé a testear quién me hacía la gamba, tiré una idea de juntarme con amigos y hacer un show con un repertorio X de canciones de Attaque que me gustaban, y se volvió todo serio", admite.

No habían pasado cinco minutos de charla cuando los canes que habitan la cucha de la TV -como el famoso 'Teto' Medina- interrumpen. "Disculpá, ¿que hacés viejo? La verdad te escucho desde 'Espadas y serpientes', sos un groso Ciro, ¡suerte! Disculpá que te interrumpí", balbucea culposo.

¿Dónde estaba? Ah, si. Ciro buscaba amigos y personas a las que él admiraba. Por eso, no dudó en hablar con Ray Fajardo -ex batero de El Otro Yo-, 'Pichu' Serniotti -de Cabezones- y un amigo de toda la vida, Mauro -actual bajista- que lo conocía y le tenía fé.

"Los presenté entre ellos a la distancia y organizaron ensayos sin mi, con las canciones que me gustaría tocar. Como Mauro se sabía todas las canciones, ocupó la voz líder en los ensayos. Pichu y Ray, desde su experiencia me hacían devoluciones y hablaban de lo bien que estaban sonando. Ellos querían volver al ruedo y empezaron a agitar. Me tuvo que volver a Buenos Aires en 2010 y me quedé en Argentina", relata.

Las ansias ya picaban por todo el cuerpo. Ya con los muchachos, Pertusi, tocó dos o tres canciones y ahí apareció Jauría. Esos perros deambulantes se habían encontrado.

“Lo viejo sabemos que sale, pero apareció un plus. Las canciones nuevas se demarcaron solas, ¿entendés? Ahí apareció la cosa nuestra, lo nuevo”, cuenta con orgullo el 'perro caliente' mexicano que aprovechó la magia.

La cucha que esperaba

Porque yo soy una especie diferente a vos y cuando quiero me voy sin una explicación no necesito reglas, no necesito moral. Por que tengo ojos de perro, por que veo como perro, por que pienso como perro, soy un perro, por que amo como perro y te huelo como perro, y te cojo como perro, soy un perro…por que tengo ojos de perro, por que veo como perro, por que pienso como perro, soy un perro, por que siento como perro, mis amigos son los perros y me junto con los perros, soy un perro.

Fragmento de Ojos de perro – Attaque 77 (2003)

"Ahora sí siento el hogar nuevo, pero siento la cuestión nómade de hacía dónde nos lleva el viento, de esto que está creciendo. Tenemos muchas cosas en común. Como el creer en las señales. Todos creemos que si estuvimos o hicimos tal cosa fue por algo, y siempre al final del día te diste cuenta que estuviste por algo y sino lo descubrís ese día, te cae la ficha al otro. Es fortísimo el camino que une con algo marcado para hacer, teníamos que hacer algo juntos", analiza su destino.

"Tantos años en Attaque haciendo tantas canciones que hablaban de perros, contando historias de sabuesos en diferentes ámbitos. Desde perros callejeros, salvajes toda esa simpatía por lo perruno. Del concepto de los tipos de perro sin hogar que se encuentran y arman una jauría -pero que en realidad, es un perro solo, porque las jaurías son un conjunto pero que se mantienen en su individualidad- te cortás solo cuando querés y eso te genera una mejor predisposición que el hecho de estar. En cambio, si tenés la puerta abierta…", distingue experiencias pasadas.

Cordobazo

El 29 de mayo de 1969 en la ciudad de Córdoba, se dio una de las luchas populares más importantes durante la dictadura de Onganía, bautizada como 'El Cordobazo', que inmortalizó a Agustín Tosco, un dirigente del sindicato de Luz y Fuerza.

Ciro Pertusi se siente identificado en el aspecto humano de Tosco, por el hombre que reivindica valores perdidos, búsquedas de la pulsión lindando con lo metafísico.

“Luz y Fuerza tiene mucho que ver con su imagen, que muchos luchadores del Cordobazo lograron con una llegada tan profunda, pero ninguno como él. Tenía algo extra”, confía el ex Attaque que, entre los 18 y 19 años, trabajó en una fábrica y que alguna vez fue víctima de suspensiones por reclamar lo que necesitaban sus compañeros.

“Y en las ideas y vueltas de estar en los pasillos del sindicato, había fotos de diferentes luchas y revoluciones: estaba la de Agustín Tosco con el oberol, a los 19 años. Yo siempre lo miraba, esperando que alguien atendiera las necesidades de los obreros. Como el cuadrito que mirás cuando vas al dentista, empecé a investigar y por algo me llamaba la atención”.

'Tosco' es uno de los tracks del primer álbum: Ciro siente "la necesidad de contarle a las nuevas generaciones sobre la lucha que encabezó este hombre". La mismísima familia Tosco lo ha convocado para los festivales que homenajean al sindicalista. "Quería unificar por el bien común. Estamos en un tiempo de tirantez a nivel individualista y capitalista, en el que cada uno pulsa por sus cosas personales. El chabón hablaba de otra cosa, era marxista y estaba tratando de conciliar con diversas ramas peronistas y radicales; obreros y estudiantados unidos. Está bueno y me parece un mensaje importante”, concluye.

Jauría grabó un DVD con parte de la historia del Cordobazo, y con imágenes del concierto homenaje en el sindicato de Luz y Fuerza en Cordoba. “Lo que pasó fue muy grande, una cosa muy mágica, teníamos el pálpito de que iba a pasar algo groso y fue más de lo que esperábamos”, cuenta orgulloso.

La música como medio de expresión

A Ciro le gustan las utopías.“Intento con mi música, para quedarme tranquilo, para intentar algo mejor, para darle algo a esta piba -señala a Cata- a los chicos que les canto, aunque se que no voy a salvar el mundo".

"No creo que pueda lograr mucho, pero aún así sigo intentando en piloto automático, porque en el fondo creo que puedo lograr mucho -se entusiasma- Es contradictorio, somos contradictorios los seres humanos”. Su definición no se corresponde con él, pues no es humano. Apenas un perro resguardándose de la lluvia, bajo un techo.

PRÓXIMOS SHOWS

14 de junio en Momo Rock junto a Catupecu Machu y el 21 de junio en Mandarine Tent en el festival “Haciendo Bulla”.

Fotos por Alejandro López Miranda