Ocurrió en Puerto Rico, donde la familia de Chervon y Llorén, una puertorriqueña de 80 años, le cumplió su último deseo y le realizaron el funeral sentada en su silla favorita con su segundo vestido de bodas, celebrada hace 32 años.


Su hija, Miriam Chervony, dijo que su madre especificó que así quería que fuera su funeral. La señora falleció el pasado 25 de mayo.


El funeral se celebró en la Funeraria Marín, conocida por velorios temáticos y fuera de lo común. En otro velorio exótico, un boxeador asesinado fue colocado en un cuadrilátero casero. Y en otro, al fallecido lo colocaron sentado en su motocicleta.