La gente comía tranquila en el restaurente de Lion Park, en las afueras de Johannesburgo, en Sudáfrica, cuando, sin invitación previa, una jirafa entró caminando entre las mesas. El animal cruzó a través de todo el local mientras los turistas la fotografiaban.


El parque, que cuenta con grandes parcelas cerradas donde se puede ingresar en vehículo para ver a los leones, leopardos e incluso perros salvajes, también tiene avestruces e, incluso, una jirafa a la que se le puede dar de comer en la boca y que puede escapar de su lugar para pasear cómodamente por todas las instalaciones.