Desde hace más de 20 años, una familia en Bogor, en Java, Indonesia, una familia cría a Kojek un cocodrilo que ya alcanzó casi los dos metros de largo. 

El animal que es alimentado de manera constante, se suele mostrar manso ante las caricias de su dueño, Irwan que no teme que sus tres hijos circulen cerca del animal. 

El hombre asegura que salvó a Kojek de una muerte segura ya que iba a ser aniquilado después de que fuera confundido con una lagartija cuando apenas tenía unos centímetros, dos décadas atrás.