En la ciudad de Leshan, en el suroeste de China, un nene de 1 año fue diagnosticado con una extraña enfermedad de la piel llamada neus congénito gigante, que produce una mancha oscura y peluda que generalmente sigue creciendo con el tiempo.

Su padre, Zhang Daojiang, trabaja en la construcción y su madre en un pequeño restaurante en la ciudad. Se conocieron en 2014 y poco después se casaron y tuvieron a su hijo.

Pero cuando nació, notaron que el rostro, cuello, manos, nalgas y espalda del pequeño estaban completamente cubiertos de lunares oscuros, que se expandían a medida que crecía. Sus padres finalmente decidieron llevarlo a un hospital en Leshan que se especializa en enfermedades de la piel.

El experto les dijo que el niño sufría de una enfermedad de la piel congénita y que las posibilidades de que esto le ocurra a un bebé recién nacido eran de una en dos millones.

El doctor, además, explicó que el nene podría tener cáncer de piel, por lo que necesita un tratamiento inmediato. El costo del proceso será de alrededor de un millón de yuanes -USD 155.000-, una cantidad difícil de pagar para una camarera y un trabajador de la construcción.

El padre estuvo a punto de entregar al pequeño a un orfanato porque no podía cargar con los costos, pero un pariente le ayudó y lo convenció de que no lo haga y siga luchando por él.