Una mujer tomó una decisión más que importante: tras quedar viuda, vendió su casa en el norte de Miami, Estados Unidos, y se mudó a un crucero, por el que paga 164 mil dólares anuales, y en el que vive hace 7 años.

Antes del fallecimiento de su esposo, la mujer, que hoy tiene 86 años, le había prometido al hombre que su muerte no la alejaría de los viajes marítimos que tanto amaba cuando estaba en pareja, y realmente cumplió con lo que había propuesto.

"Mi marido me dio a conocer los cruceros, durante nuestro matrimonio de 50 años hicimos 89 cruceros”, le contó al diario USA Today, y recordó: “Yo he hecho casi un centenar más y 15 por el mundo".

Tras el triste deceso de su esposo en 1997 a causa de un cáncer, Wachtstetter vendió su vivienda de cinco habitaciones en Fort Lauderdale, Florida, y emprendió su interminable viaje a bordo del barco.

La viuda vive en un camarote sencillo en el Crystal Serenity, uno de los cruceros de la empresa japonesa Crystal Cruise Line, por el que paga 164.000 dólares anuales. Convive con 1.050 pasajeros, y una tripulación de 650 personas.

Además, Wachtstetter confesó que pocas veces baja del barco, aunque hace una excepción en Estambul, ya que no resiste la tentación de visitar su gran bazar, y explicó que, si bien le hacen falta sus tres hijos y siete nietos, los visita con frecuencia cada vez que el crucero atraca en la ciudad de Miami.