Ocurrió en el municipio de Chongqingque, en China, donde un padre crucificó a su hijo de 10 años en plena calle durante horas porque no hizo la tarea.

El pequeño fue obligado a arrodillarse sobre una caja de plástico y mantener sus brazos extendidos atado con cinta a una estructura de madera en forma de cruz.

El encargado de tomar la imagen, que luego se viralizó en las redes sociales, fue un vecino de Chongqingque que se indignó al ver la insólita escena.

Según informaron otros vecinos a los medios locales, no es la primera vez que el padre, dueño de una frutería, es estricto con su hijo.

Ahora, el hombre planea demandar al fotógrafo que divulgó la imagen, ya que fue publicada sin su consentiemiento.