Un ciudadano francés de 60 años  fue detenido en la frontera con Bielorrusia por la Guardia Fronteriza de Polonia, luego de intentar transportar ilegalmente a su propia esposa dentro de una maleta, viajando en un tren con destino a Niza, en Francia.

La mujer, de 30 años, no contaba con la documentación necesaria para ingresar al espacio Schengen, por lo que recurrieron a esta extraña solución.

"¡Hola, esta es mi esposa!", dijo el hombre en el momento en que los oficiales abrieron su equipaje.

De todas maneras, la pareja pudo regresar a Bielorrusia sin que se le presentaran cargos, a pesar de que la legislación local prevé penas de más de tres años de prisión por violación de las leyes migratorias.