El nene, de 4 años, proveniente de China, se aburrió tanto en el avión que decidió dibujar un poco para matar el tiempo. El problema fue que el pequeño tomó lo primero que vio a mano: el pasaporte de su padre. Allí dibujó personas animales y hasta incluso modificó la foto de su papá agregándole barba y labios más gruesos.


De esta manera, el pasaporte quedo completamente irreconocible y las autoridades le advirtieron que pasaría horas antes de que pudiera volver a su casa, ya que debían comprobar al autenticidad del documento.


La imagen del pasaporte fue publicada en una red social por el padre, del que solo ha trascendido que se llama Chen, junto con una petición de ayuda para poder volver de Corea del Sur a China.