Un joven escocés de 22 años, cuyo nombre no trascendió, fue trasladado de urgencia al hospital en coma inducido luego de que su perro, un Bulldog Inglés llamado Biggie, le arrancara el pene y los testículos.

Según informó una fuente policial al diario The Times, el joven esparció mantequilla de maní en su entrepierna antes de que el animal le arrancara los genitales.

La policía fue alertada por un vecino que escuchó los gritos de dolor y cuando arribó a la casa del joven, ubicada en la localidad de Haddington, lo encontraron sobre un charco de su propia sangre.

El incidente sucedió en la calle Haddington High, en East Lothian, Escocia
El incidente sucedió en la calle Haddington High, en East Lothian, Escocia

Una vez en el hospital Edinburgh Royal Infirmary, los médicos no lograron volver a unir sus genitales ya que el perro se los había tragado. Afortunadamente, su condición se estabilizó y desde entonces ha estado ayudando a la policía con sus investigaciones.

Por su parte, el perro fue trasladado a una perrera donde fue sacrificado.