Se sabe que la existencia del supuesto monstruo del lago Ness es todo un misterio. Lo que sí está demostrado es que en Escocia vivió una criatura aun más grande y aterradora. Así lo comprobaron un grupo de científicos de la Universidad de Edimburgo que extrajeron de una roca los restos fosilizados de un ictiosaurio, bautizado como “el monstruo del lago Storr”.

Según informaron, el esqueleto de ese animal marino mide cuatro metros de longitud, posee una cabeza con un largo pico y cientos de dientes de forma cónica. Fue encontrado en la isla de Skye en 1966 y, desde entonces, se encuentra en el Museo Nacional de Escocia.

Los restos del reptil son de los mejor preservados de la era de los dinosaurios que se han encontrado en Escocia y los paleontólogos estiman que podrían arrojar luz sobre la evolución de los ictiosaurios en el Jurásico Medio.

"Los ictiosaurios dominaban las aguas", pero no es común encontrar restos de esa especie en Escocia, con lo cual este ejemplar es "una de las joyas de la corona de los fósiles escoceses", todo "gracias a un coleccionista aficionado", dijo Stephen Brusatte, de la Universidad de Edimburgo.

Además, el científico agregó que esos “monstruos marinos”, que poblaron la Tierra hace 170 millones de años y se alimentaban de peces y calamares, “eran más grandes, horripilantes y fascinantes que el mítico Nessie".