Greg Sutley se dedica a la caza. Mata osos y alces en Canadá y al parecer quiere que su hijo Reed, de nueve años, siga sus pasos.

Sutley tuvo una "brillante" idea: el día del cumpleaños de su hijo lo celebraría de la mejor forma. Fue por su equipo de armas, lo vistió como a un verdadero "Rambo" y lo llevó junto a otros cuatro chicos al bosque. Su objetivo era claro, que su hijo matara a su primer oso, pero para eso debería seguir paso a paso los sabios consejos de su padre.

"Dispara al centro del cuerpo del oso", le aconseja Sutley a su nervioso hijo, quien sostenía un fusil con mira telescópica. El chico parece haber adoptado la paciencia de su padre y espera el mejor momento para acabar con la vida del oso. Luego de disparar y dar en el blanco, todos celebran. El otro animal que estaba junto a la víctima, huye raudamente. Pero la duda es cuál es el verdadero animal.