Michael Harp, de 29 años, solicitó permiso para hacer una llamada con su celular desde su celda y, en lugar de llamar a su abogado o a su familia, llamó a Domino's Pizza para hacer un pedido a nombre del oficial que lo detuvo.


La pizza llegó a la estación de Policía donde Harp se encontraba detenido. El repartidor informó que tenía un pedido para el oficial Wilson, encargado de arrestar al hombre en cuestión. Sin entender lo que sucedía, los agentes indicaron que nadie había pedido una pizza.


Luego de rastrear la llamada, descubrieron que el pedido se hizo desde el celular de Harp, aunque éste lo negó todo.


Harp aseguró que no había pedido la pizza y advirtió que en el momento que se hizo el pedido había más de diez personas en su celda, por lo que pudo haber sido cualquiera.


Ahora, Michael Harp, además de enfrentar cargos por intoxicación pública, tendrá que responder por otros como robo de identidad, engaño y hacerse pasar por un agente de Policía. Al fin y al cabo, la broma le salió bastante cara.