Richard Anthony Jones estuvo 17 años privado de su libertad por un crimen que fue cometido por una persona casi idéntica a él en el estado de Kansas. Ahora fue puesto en libertad y recibirá más de un millón de dólares en compensación por la condena errónea.

El hombre fue condenado a 19 años de prisión en 1999 tras ser declarado culpable por el robo agravado a una mujer. La sentencia fue de muchos años ya que la víctima cayó al suelo y se rompió la rodilla. Los testigos del crimen describieron al sospechoso como un "hombre hispano o afroamericano de piel clara", de nombre "Rick" y de "cabello largo recogido hacia atrás".

Cuando sucedió el hecho delictivo, Jones se encontraba en la fiesta de cumpleaños de su novia y así lo pueden confirmar todos los invitados que lo vieron. De todas maneras, el hombre fue acusado ya que sus rasgos físicos coincidían con los del sospechoso. Para su desgracia, el hecho de contar con antecedentes judiciales puso más en duda su inocencia.

Richard no tuvo otra opción que recurrir al Proyecto Inocencia, de la Universidad de Kansas, luego de apelar la decisión y perder tras darse a conocer el fallo. Fue así que el equipo de activistas logró identificar a un posible responsable del delito, identificado como Ricky Lee Amos, que lucía muy parecido a Jones y había vivido en la dirección relacionada con los hechos.

Finalmente, las fotografías de ambos hombres fueron presentadas a los testigos oculares, quienes al no poder definir quién era el verdadero culpable el juez decidió liberar a Jones un 8 de junio de 2017. Además de la remuneración monetaria que recibirá por más de un millón de dólares, el tribunal ordenó otorgarle un certificado de inocencia y la eliminación de sus registros de arresto y condena.

Por otro lado, Amos, el verdadero culpable del delito, no fue castigado ya que el tiempo transcurrido desde el delito impide ejercer una acción penal. A pesar de todo, la abogada principal del Proyecto Inocencia, Alice Craig, señaló que Richard no siente rencor hacia su ‘doble’, aunque se siente “decepcionado” porque este nunca admitió la culpa.