Fueron medios locales como stuff.co.nz los que dieron cuenta de la viralización de esta imagen: la usuaria Melissa Doubleday compartió la foto en su perfil de Facebook y la reacción de sorpresa se reprodujo en miles de clicks.

Al retratar lo que tenía delante de la vista sus seguidores no se animaron a contestar de qué se trataba, sino que multiplicaron el asombro por el hallazgo. "¿Solo por curiosidad, alguien sabe qué es esto?", preguntó Doubleday. 

También se reprodujeron las teorías más locas y divertidas: algunos conjeturaron la posibilidad de que se tratara de un animal gigante, otros pensaron en describir a un monstruo marino y hasta hablaron de una "ballena rastafari".

Sin embargo, la realidad estaba bastante alejada de las especulaciones. A raíz de los recientes sismos que sacudieron la isla de Oceanía, salieron a la superficie objetos que llevaban cientos de años en el fondo del mar.

El supuesto monstruo resultó ser un gran trozo de madera -presumiblemente el tronco de un gran árbol- cubierto de crustáceos filtradores que se adhieren a objetos flotantes.

Estos artrópodos, conocidos como 'gansos cariblancos', se encuentran con frecuencia en grandes cantidades no solo en maderas o rocas marinas, sino también en estructuras navales como los cascos de los buques.