Nate nació en Tenessee -EE.UU.- y fue víctima de una presunta negligencia médica indignante: Lo sometieron por equivocación a una operación que no necesitaba.

Con pocos meses de vida, el bebé fue llevado por su madre a una visita de rutina para chequear su normal desarrollo, pero nunca imaginó que cuando volviera a ver a su hijo, ya nada sería igual.

Al ser devuelto a su madre, la enfermera le dijo que debido a una complicación en la lengua, el pequeño había sido sometido a una cirugía. Entonces, el error salió a la luz.

"La enfermera empezó a explicarme el procedimiento que le habían hecho a mi bebé y que le habían hecho una incisión en una parte de la lengua", dijo Jennifer Melton a la cadena WTVF.

Jennifer aseguraba que su hijo había nacido “perfecto, hermoso y saludable”, por lo que la equivocación resultó evidente. El jefe de médicos confundió al niño con otro bebé y autorizó que se le practicara una frenectomía, incluso sin el consentimiento de los padres.

Se trata de una intervención que consiste en cortar trozos de piel de la parte inferior de la lengua, lo que podría provocarle al niño dificultades en el habla.

La frenectomía, en simples palabras, se refiere a la remoción del frenillo de la lengua y se hace cuando la piel está muy apretada y puede causar problemas de alimentación o del habla, en un futuro. Cerca de 5 por ciento de los bebés sufren problemáticas parecidas.

La familia impulsó procesos legales en contra del médico y del hospital, según informó el medio local News Channel 5. La misma fuente aseguró que el médico responsable del procedimiento admitió su equivocación, y pidió disculpas por su error.

"Es imprudente. No hay excusa para operar a un niño saludable. No hay excusa para confundirse entre dos bebés en un hospital", dijo Clint Kelly, abogado de la familia.

"No sabemos si el niño tendrá problemas de habla o para alimentarse. La preocupación aquí es que había un bebé saludable que iba a salir del hospital, pero en lugar de eso fue herido", afirma Kelly.