Un chino de apellido Zhang, proveniente de la provincia de Anhui, se dirigía a la casa de su madre cuando pasó de largo a una mujer que se encontraba ensangrentada en el medio de la ruta. Cuando llegó a destino y no vio a nadie, el hombre decidió volver al lugar del accidente automovilístico para darse cuenta que la mujer herida era en realidad su madre.

"Me dirigí directamente a la zona del accidente de tráfico ya que tenía la sensación de que podría ser ella", dijo el hombre.

Zhang llamó a una ambulancia, pero su madre murió a causa de las heridas del camino al hospital. Posteriormente, la Policía encontró a un conductor que admitió el atropello.

Los conductores de China dudan en ayudar a los desconocidos, ya que en los últimos años se dieron casos de supuestas víctimas que extorsionan a los “buenos samaritanos” que intentan ayudarlos. "Mi coche no tiene cámara en el tablero, así que no me detuve", indicó Zhang.