Ocurrió en Miami, Florida, donde un nene de 10 años que no quería ir al colegio se fugó con el auto de su madre, aunque solo pudo alejarse algunas cuadras de la casa de su abuela antes de que lo pare la policía.


Antes de marcharse con el vehículo, el nene le lanzó una piedra a su madre y a su abuela, pero en su lugar rompió el parabrisas de un auto que estaba estacionado, señaló el policía Michael Wright.


La madre decidió llamar al 911 para que intervenga la policía, pero mientras tanto, el nene aprovechó para tomar las llaves del auto con el cual se marchó del lugar.


"El niño no tenía ninguna razón para tomar el auto. Iba por la ciudad sin ningún respeto por la vida o la propiedad, podría haber herido a alguien", comentó Wright.


La policía detuvo al menor a unas cuadras de la casa de la abuela. El chico fue trasladado al centro de evaluación de menores, donde está siendo acusado de asalto agravado y robo de auto.