Un ejemplar de tigre de Amur del parque zoológico ruso de Primorie se alimenta dos veces a la semana con una cabra que le suministra la administración del zoo. Sin embargo, el bóvido, llamado Timur, dejó asombrado al felino por su calma y dignidad.

El tigre está acostumbrado a cazar animales que suelen estar asustados y que corren por su vida. Pero la cabra Timur, por su parte, no dudó en mostrar tranquilidad y se plantó. Durante los últimos cuatro días, el tigre se vio obligado a dormir sobre el techo de su cucha.

Los empleados del parque zoológico cuentan que la valiente respuesta de la cabra se debe a que "nadie le enseñó que tenía que temer a los tigres", lo que hizo que el felino pierda la motivación de querer cazar.

Según el director del parque, Dmitri Mézentsev, el bravo bóvido reconoció al tigre como líder y le persigue todos los días, mientras que el felino da vueltas por el parque. "Una vez fuimos testigos de un incidente en que un tigre fue incapaz durante 24 horas de comerse a una cabra. Pero justo en el momento en que se relajó, el tigre lo mató de un golpe", contó el director a RIA Novosti.

"Pero esta es una situación distinta. Timur anda con Amur en todas partes y el tigre lo tolera. Además, la cabra se preocupa cuando no ve al tigre y se pone a buscarlo", señaló.