Se trata de Bruce Campbell, un exingeniero eléctrico que pasa seis meses al año viviendo en un Boeing 727, un avión que fue reciclado y ubicado en un bosque de Oregon, Estados Unidos.


Fue en 1999 cuando Campbell se adentró en la misión de evitar que aviones retirados terminen en el basurero, y en su lugar, reciclarlos en viviendas improvisadas. "Mi objetivo es cambiar el comportamiento de la humanidad con mi pequeña especialidad", explicó.

Campbell tomó la decisión de adquirir el Boeing 727, y a partir de ese momento, invirtió más de 160.000 euros y muchas horas de trabajo. Al principio, mientras lo restauraba, vivía en una caravana que terminó infestada de ratones, por lo que decidió mudarse al avión a pesar de que faltaba mucho para convertirse en un hogar.


La vida del exingeniero a bordo del avión es bastante tranquila. Para dormir utiliza el sillón, para bañarse una ducha improvisada y para alimentarse prepara algo con un poco de comida enlatada y cereales. De vez en cuando lava el exterior con agua a presión y también se encarga de la vegetación a su alrededor. Pero todo este trabajo no desalentó a Campbell, sino que quiere doblar la apuesta y ahora aspira a comprar un 747, y así trasladarlo a Japón, lugar donde pasa la otra mitad del año.

El hombre creó una página web donde ofrece detalles de cómo reconstruye los aviones para que sirvan de viviendas. "Creo que la mayoría de las personas se apasionan con cosas raras en mayor o menor medida. Se trata de pasarla bien", concluyó.