Ocurrió en la localidad de St. Peters, en Missouri, Estados Unidos, donde tres jóvenes de 15, 16 y 17 años entraron a robar en una vivienda, pero la poca experiencia como ladrones les jugó una mala pasada.

Los jóvenes forzaron la puerta principal y entraron para llevarse tanto cosas de valor como otras que no lo eran en absoluto. Entre ellas se encontraba una Xbox 360 y algunas recetas médicas del dueño de casa.

Pero lo más extraño de todo es que también se llevaron el recipiente que portaba las cenizas del difunto padre del dueño de casa, ya que pensaron que se trataba de cocaína. Recién en el auto en el que escapaban se dieron cuenta que no era droga, y tiraron las cenizas por la ventana.

Finalmente, la policía aprovechó otro error de los novatos y los terminaron arrestando, ya que estos activaron el modo de juego en línea de la consola que habían robado, lo que alcanzó para rastrear la dirección IP.