Michael Squier, de 18 años, detalló la traumática experiencia sexual vivida con la joven norteamericana que asegura haberse implantado un seno extra, más conocida como "Tridevil".

Se conocieron a través de las redes sociales, donde ambos compartían sus fetiches y secretos íntimos, entablando conversaciones subidas de tono. Una vez que entraron en confianza, decidieron arreglar un encuentro.


Fue así que Squier y Tridevil, que nació bajo el nombre de Alisha Hessler, coordinaron una cita en Tampa, Florida, donde el joven se ilusionó con experimentar con una mujer portadora de tres senos, según ella asegura ante los medios del mundo. Sin embargo, Squier vivió una pesadilla y su fetiche se convirtió en una experiencia desagradable.


Al llegar a la casa de Tridevil, la mujer le ordenó tirarse a dormir en la cucha del perro y colgarse un collar canino que llevaba inscripta la palabra "esclavo". Squier no entendía demasiado, pero le siguió el juego. A medida que pasaba el tiempo, la cosa comenzó a empeorar, ya que mientras tenían sexo, Tridevil escribió su nombre en el pecho del joven con un cuchillo. "No paraba de gritar cuando lo hizo", contó y agregó que ella no se detenía y le decía mariquita" cuando pedía que se detuviera, relató al diario Mirror.

En cuanto al supuesto tercer seno, el joven aseguró que es falso: "Tiene múltiples prótesis, porque se manchan y no quiere lavarlas", dijo y agregó que se los pega con "algún tipo de pegamento". "Pensé que eran reales, pero siempre fui escéptico porque no me dejaba tocárselo y se quejaba todo el tiempo diciendo que le dolía", manifestó Squier. "En un momento se dio vuelta, se sacó su remera, hizo un movimiento y se sacó el seno extra y lo tiró al piso".

Al conocer las declaraciones del joven, Tridevil respondió furiosa en su página de Facebook. "Es ridículo", dijo.