"El viernes 27 a las 22:30 comenzamos a velar a papá y el 28 alrededor de las 12 se realizó el cortejo fúnebre tras lo cual nos retiramos. Al otro día, domingo 1 de marzo, fuimos a dejarle flores y velas y encontramos el cajón sin enterrar", dijo Yanina, una de las hijas de Eduardo Tracaleo, fallecido el pasado jueves.

Ante esta situación, donde el sepulturero nunca apareció, Rubén Camarda, intendente de la ciudad chubutense Sarmiento, debió enterrar a Tracaleo.

Y es que el sepulturero en cuestión, Fabían Paredes, no sólo había faltado, sino que tampoco había avisado que iba a ausentarse. El hombre explicó que su hijo había desaparecido y que lo buscó viernes y sábado. El chico estaba en el baúl de su auto por una broma de unos amigos.

"Fue una negligencia de un empleado que tengo a mi cargo. Así que yo mismo tapé con tierra la fosa", dijo el intendente interino y sepulturero a Diario Patagónico.