Gayle Newland, una británica de 25 años, le hizo creer a su mejor amiga que era un hombre durante dos años para poder acostarse con ella, también de 25, de la que no trascendió el nombre. La justicia británica la declaró culpable de abuso sexual.

Newland cambió su nombre a Kye Fortune para engañar a su víctima mandándole una solicitud de amistad en Facebook, en donde comenzaron a comunicarse hasta tener conversaciones telefónicas desde 2011 hasta 2013. La joven fingió padecer un tumor cerebral que le había producido unas cicatrices en la cara, una excusa para no encontrarse cara a cara con su amiga, con la que llevaba casi dos años manteniendo una relación telefónica.

Hasta que un día la pareja decidió tener un encuentro sexual. Kye convenció a su amiga para que acudiera a un hotel en Chester con la condición de que ésta llevara los ojos tapados para que no la pueda ver, asegurándole que le daba mucha vergüenza. Una vez en el cuarto consumaron un coito a ciegas.

Los encuentros continuaron durante dos meses hasta que la víctima un día decidió sacarse la venda de los ojos, momento en que se enteró que estaba acostándose con su amiga, que utilizaba una prótesis de un pene para mantener relaciones, por lo que inmediatamente decidió denunciar a Newland en la policía.

Sin embargo, si bien Newland admitió que usaba un nombre masculino para chatear con mujeres online, ya que no se sentía cómoda con ser lesbiana, a su vez negó haber abusado de su amiga y dijo que siempre supo que ella estaba simulando ser un hombre en una especie de juego de rol. La pareja, contó, tuvo relaciones sexuales unas 10 veces.

Finalmente el jurado condenó a Newland por tres cargos de abuso sexual, y ahora deberá establecerse la sentencia, que puede llevar a la joven a la cárcel.