Ocurrió en el aeropuerto de Lisboa, Portugal, cerca de las tres de la mañana, donde un turista que esperaba su maleta notó que una película pornográfica comenzó a reproducirse en las pantallas y decidió filmarlo.

Un portavoz del aeropuerto explicó que uno de los empleados cambió a un canal de entretenimiento general, cuya programación incluye material para adultos a esas horas de la madrugada.