Un grupo de científicos mexicanos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México -INAH-, ubicado en Zumpango, al sur del país, comprobaron que la escultura policromada del Cristo de la Paciencia posee dientes humanos y no de hueso de animal como se creía en un principio.


Fanny Unikel, responsable del Taller de Restauración de Escultura Policromada de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía de México, explicó que es muy común que las esculturas tengan dientes, aunque normalmente suelen ser de madera o huesos tallados individualmente.


Según indicó Unikel, la pieza tiene ocho dientes de un adulto e incluso se puede apreciar hasta la raíz. Además, sostuvo que la dentadura pudo haber sido donada como agradecimiento o acercamiento con las imágenes religiosas de las personas de la época.


Antiguamente, los feligreses regalaban su pelo para hacer las pelucas de los santos, ropa o dinero. “Normalmente dientes y uñas se elaboran con huesos y cuernos de animales, de ahí lo peculiar de este Cristo”, dijo Unikel.


Lo más llamativo del caso es que los dientes se encuentran en perfecto estado pese a la cantidad de tiempo que llevan incrustados en la escultura de Cristo.