Una sexóloga canadiense, Shan Boodram a través de un fragmento de su nuevo libro "El juego del deseo",manifestó que ese "delicioso aroma", sus fluidos vaginales, le permitió conocer gran cantidad de amantes a lo largo de los años. 

Shan pidió a tres de sus clientas que verificaran si las copulinas, que es una sustancia químicas secretadas por la vagina, usadas como un perfume podrían atraer a "cualquier persona interesada en mujeres con vulvas".  

Fueron todas hasta un bar donde dos consiguieron conectarse "exitosamente" con hombres en el lugar. "Les indiqué que se lavaran las manos, se metieran en uno de los baños y luego movieran su dedo alrededor de su abertura vaginal. El objetivo era obtener una muestra de las glándulas de Bartolini, que son del tamaño de una arveja pero juegan un papel importante en la lubricación", escribió la mujer del libro.

Una vez realizado ese paso, les pidió que frotaran "una buena cantidad de la humedad" en sus puntos de pulso, alrededor de su clavícula y el cuello. Las clientas de Shan informaron que no tuvieron mucho más éxito con los hombres que antes y sólo notaron que algunos estuvieron un poco más cerca.

Al reconocer que todavía no está muy segura sobre la efectividad del método, la autora concluyó: "Cada vez que lo uso, me hace sentir como una diosa con un delicioso aroma".