El pequeño fue diagnosticado con este mal durante una ecografía a las 20 semanas de gestación, donde los médicos observaron que tenía tejidos blandos inesperados creciendo en su rostro.

"Es un niño valiente y feliz. Para mí, Ollie es perfecto. Él es mi Pinocho en la vida real y no podría estar más orgullosa", manifestó Amy Poole, la joven madre del pequeño.

A pesar del amor que ella siente por su hijo, reconoció que fue víctima de comentarios crueles y diversas burlas por el aspecto de Ollie, e incluso contó que le dijeron en alguna oportunidad que "nunca debió haber nacido".

De acuerdo a la información de Daily Mail, el pequeño se sometió a una exitosa operación el año pasado en el Hospital Infantil de Birmingham, donde le abrieron el cráneo para eliminar el saco con exceso de líquido del cerebro y reconstruir su nariz.

Su madre espera que en un futuro le sigan practicando más operaciones a su hijo para que pueda tener un mejor aspecto y evitar que sea víctima de burlas cuando crezca.