Ann Wagner, una diputada republicana proveniente de Missouri, Estados Unidos, brindaba una entrevista en vivo junto al líder de su partido, John Hancock, cuando repentinamente se llevó su dedo a la nariz y luego a su boca.

La limpieza de las fosas nasales llamó la atención de los televidentes que rápidamente viralizaron la desagradable escena.