Ocurrió en el condado de Midlands, en Inglaterra, donde Janaih Rattray, una nena de 10 años, dejó su muñeca dentro del auto de sus padres, que se encontraba en el estacionamiento de un hospital. Una persona que pasaba por el lugar confundió al juguete con un bebé y no dudó en llamar a la policía.

Las autoridades recibieron la alerta de la presencia de un bebé encerrado en un vehículo y acudieron inmediatamente a su rescate. Una vez allí, rompieron la ventana del auto y lo sacaron, solo para darse cuenta que el “recién nacido” era en realidad una muñeca.

La confusión surgió ya que la muñeca estaba envuelta con una manta y sólo era posible verle la parte superior de la cabeza, que por cierto se veía bastante real. Y que además, antes, intentaron hallar al dueño del vehículo sin éxito alguno.

Al notar que la cabeza estaba completamente pálida procedieron a romper el vidrio, ya que de haberse tratado de un ser humano, se habría muerto en el caso de un actuar con rapidez.

El jefe  de policía local, Phil Dolby, dijo que sus hombres hicieron lo correcto y que la dueña del auto conoce las razones por las que los oficiales reaccionaron de esa manera.