El subte de la Ciudad de México realizó un experimento que consistió en colocar un asiento con la forma de un cuerpo masculino, incluido el pene, exclusivamente para los hombres. Con esto se intenta generar consciencia sobre la violencia sexual que sufren 9 de cada 10 mujeres en la capital del país azteca, cada vez que utilizan el transporte público.

“Es molesto viajar aquí, pero no se compara con la violencia sexual que sufren las mujeres en sus traslados cotidianos”, se puede leer un cartel colocado debajo del asiento.